Abrazo - Hormigón celular
Abril 2019
El abrazo es una de las figuras que más he utilizado en mis esculturas, por su fuerte carga emotiva.
Abrazos de niñas, de amistad (resina)
Abrazos de luz (canicas)
Autoabrazo (Queriéndome)
En esta ocasión he pensado en un abrazo de los que resetean y reconfortan, transformando los sentimientos negativos en sentimientos positivos.
El material que he utilizado para tallar la figura es un bloque de hormigón celular que, a pesar de su nombre, es un material blando y relativamente fácil de tallar.
Las herramientas necesarias para desbastar pueden ser, sierras para escayola y escofinas. Para el acabado y los pequeños detalles se utilizan raspines, lijas y herramientas rotativas tipo Dremel.
Antes de empezar la talla, es necesario realizar un boceto que nos guíe en el proceso, para lo que necesitaremos plastelina de escultor, alambre y palillos de modelar de madera.
El primer paso consiste en dibujar los cuatro perfiles en el bloque de hormigón.
Así se pueden ver claramente los espacios sobrantes para desbastar el material e irle dando forma a la pieza.
Para cubrir el hormigón y darle el acabado definitivo, utilizaremos velo de fibra de vidrio.
Este material es tóxico y delicado, por lo que es necesario utilizar guantes, mascarilla y pantalla o gafas.
Para aplicar el velo, hay que ir cortando pequeños trozos de manera irregular. Lo mejor es utilizar los dedos y rasgar el velo.
Cada trozo se irá pegando a la pieza utilizando una mezcla de cola blanca y agua, aplicándola con leves golpecitos para que el velo se adapte a todos los rincones de la pieza.
Este proceso no es complicado pero si es importante poner atención en que el velo quede completamente adherido al material ya que sino, tras el secado, se formarán bolsas.
El acabado con y sin velo se puede apreciar en la siguiente imagen:
Cuando ya se ha colocado todo el velo y la pieza está completamente seca, es el momento de dar el acabado definitivo con una solución endurecedora, a la que incorporaremos pigmento en polvo, para darle un poco de color.
Es importante hacer pruebas de color con alguno de los trozos sobrantes de la talla y a la hora de aplicarlo, es preferible dar varias manos de color para aumentar la intensidad de manera progresiva, hasta llegar al tono deseado.
La solución endurecedora se prepara con 10 ml de resina epoxi para laminados, 4 ml de catalizador E432 y 10 ml de acetona.
Con un pincel, se va aplicando poco a poco por toda la pieza y en cada aplicación conviene ir secándolo con un papel, para evitar que salgan brillos.
Si, a pesar de todo, tras el secado nos han quedado más brillos de los deseados, podemos dar un pincelado de acetona pura, pudiendo aprovechar este momento para incorporar pigmento y dar más intensidad de color.
Esta obra denominada "Abrazo" ha sido donada al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, el 4 de abril de 2019 en la inauguración de la Exposición "Sentimientos".
Abrazos de niñas, de amistad (resina)
Abrazos de luz (canicas)
Autoabrazo (Queriéndome)
En esta ocasión he pensado en un abrazo de los que resetean y reconfortan, transformando los sentimientos negativos en sentimientos positivos.
Las herramientas necesarias para desbastar pueden ser, sierras para escayola y escofinas. Para el acabado y los pequeños detalles se utilizan raspines, lijas y herramientas rotativas tipo Dremel.
Antes de empezar la talla, es necesario realizar un boceto que nos guíe en el proceso, para lo que necesitaremos plastelina de escultor, alambre y palillos de modelar de madera.
El primer paso consiste en dibujar los cuatro perfiles en el bloque de hormigón.
Así se pueden ver claramente los espacios sobrantes para desbastar el material e irle dando forma a la pieza.
Para cubrir el hormigón y darle el acabado definitivo, utilizaremos velo de fibra de vidrio.
Este material es tóxico y delicado, por lo que es necesario utilizar guantes, mascarilla y pantalla o gafas.
Cada trozo se irá pegando a la pieza utilizando una mezcla de cola blanca y agua, aplicándola con leves golpecitos para que el velo se adapte a todos los rincones de la pieza.
Este proceso no es complicado pero si es importante poner atención en que el velo quede completamente adherido al material ya que sino, tras el secado, se formarán bolsas.
El acabado con y sin velo se puede apreciar en la siguiente imagen:
Cuando ya se ha colocado todo el velo y la pieza está completamente seca, es el momento de dar el acabado definitivo con una solución endurecedora, a la que incorporaremos pigmento en polvo, para darle un poco de color.
Es importante hacer pruebas de color con alguno de los trozos sobrantes de la talla y a la hora de aplicarlo, es preferible dar varias manos de color para aumentar la intensidad de manera progresiva, hasta llegar al tono deseado.
Con un pincel, se va aplicando poco a poco por toda la pieza y en cada aplicación conviene ir secándolo con un papel, para evitar que salgan brillos.
Si, a pesar de todo, tras el secado nos han quedado más brillos de los deseados, podemos dar un pincelado de acetona pura, pudiendo aprovechar este momento para incorporar pigmento y dar más intensidad de color.
