sábado, 21 de abril de 2018

Alcograbado

Curso de Alcograbado
Enero de 2018

He tenido el privilegio de participar en el Curso de Alcograbado organizado por la Galería-Taller "La Calcografía" de Salamanca, de la mano de Carlos Pérez y Matilde Gómez y con la dirección y supervisión de José Fuentes, artista grabador que la descubrió en el año 1984 y que la dió a conocer en su Tesis Doctoral en 1986 y en una exposición en la Calcografía Nacional en este mismo año. Esta y más información sobre su carrera profesional y artística podéis verla en su web.
www.josefuentes.net

Este curso ha sido una gran experiencia para mí, no sólo por la técnica de grabado que he aprendido sino por haber compartido este proceso de aprendizaje de la mano de grandes artistas y profesionales a los que felicito desde este humilde blog.

El Alcograbado es una técnica compleja que requiere de materiales muy específicos con unos procesos químicos que no están al alcance de cualquiera. Por eso, y por respeto al trabajo tan profesional que se realiza desde La Calcografía, me limitaré a contaros el proceso sin entrar en detalles técnicos.
Si estáis interesados en este u otro curso de grabado, os recomiendo que visitéis su web:
www.lacalcografia.com

Para empezar, utilizaremos como soporte-matriz una plancha de cobre que tendremos que desengrasar antes de crear la imagen del grabado. 

Después de retirar el desengrasante de la plancha con agua, se seca con aire caliente. En el caso de que hayan quedado restos de desengrasante, se eliminan con un algodón.

La imagen se crea aplicando con pincel sobre la plancha una mezcla de betún de Judea en polvo y alcohol metílico.

Es importante no tocar la plancha con las manos en el proceso de creación de la imagen para no contaminar la plancha con la grasa natural de la piel.

El alcohol se evapora en contacto con el metal, quedando el polvo de betún de judea sobre la plancha, de tal forma que, las siguientes pinceladas pueden  desplazar o alterar la imagen realizada, obteniendo así trazos y texturas muy interesantes.  Si el resultado no nos convence, se puede eliminar con alcohol y una brocha y volver a empezar.

Un detalle importante que tendremos que tener en cuenta  es que debemos realizar la imagen en posición invertida izquierda-derecha, para que al estamparla sobre el papel nos quede en la posición correcta. Para esto, os recomiendo utilizar cualquier aplicación de edición de imágenes e invertir la imagen deseada antes de empezar a dibujarla sobre la plancha.


Terminada la imagen hay que fijar el polvo de betún sobre la plancha, para lo que  calentaremos la plancha por debajo con un mechero de gas. Este proceso es delicado ya que consiste en calentarlo para que se adhiera a la plancha, pero sin quemarlo.

El siguiente paso consiste en aplicar un barniz que protegerá las zonas de la plancha de cobre que no tienen adherido el polvo de betún.



La laca se aplica por toda la superficie y, una vez seca, se añade calor por debajo con el mechero de gas, para que se adhiera la laca. 

Cuando se ha enfriado la plancha,  se procede a retirar el betún con algodón y diluyente, dejando la plancha preparada para el mordiente. 

El mordiente es el líquido (percloruro férrico) en el que se sumerge la plancha para que sea atacada o mordida en las partes que no está protegida por la laca, de tal forma que estas zonas que se aprecian en la imagen en color dorado, quedarán marcadas en la plancha.

Es importante retirar bien todo el betún para que pueda actuar bien el mordiente.


Antes de sumergir la plancha en el mordiente, es conveniente que protejamos la parte posterior con plástico adhesivo para no debilitar la plancha y además podríamos realizar otro grabado en la parte posterior.

El mordiente se realiza en 2 pasos:
 - 1º mordido y desengrasado, se realiza con un algodón mojado en percloruro que se pasa por toda la plancha en movimientos circulares.
- 2º mordido, se realiza introduciendo la plancha boca a bajo en una cubeta con percloruro suficiente para que quede completamente cubierta, durante 5 u 8 minutos. (El tiempo del mordido dependerá del mordiente, por lo que se recomienda hacer una tira de prueba)

Después se lava la plancha con agua y se seca con secador. Se verifica el mordido de la plancha, por si hiciera falta realizar un tercer mordido (que podría ser de 2 a 5 minutos)

Por último, hay que retirar la laca de la plancha y el papel adhesivo de la parte trasera. Para ambas tareas utilizaremos alcohol metílico con algodón o papel.


Se puede apreciar como la plancha, una vez limpia, tiene la huella de la imagen que habíamos dibujado y podemos proceder a entintar para estampar.

LA ESTAMPACIÓN

Se recomienda que la primera estampa se realice con tinta negra que nos permita apreciar los detalles de una forma neutra.

Aplicaremos la tinta de grabado sobre toda la plancha con una rasqueta y después retiraremos el sobrante con un trozo de tarlatana, con movimientos en forma de ocho, para que la tinta entre bien en la huella de la plancha.

La plancha ya está entintada y preparada para estampar y el papel de grabado debe estar previamente humedecido y retirado el exceso de agua con un rodillo y papel secante.

Para el estampado se necesita un tórculo (prensa especial para grabados). 
Primero colocamos el papel, lo enganchamos con el rodillo para que quede sujeto y se retira para colocar la plancha entintada en la mesa del tórulo. Hay que medir bien la posición de la hoja y de la plancha para que la estampa nos quede recta y bien colocada.
Cubrimos con el papel la plancha entintada y se hace girar el tórculo. 

Ahora ya solo nos queda el momento más emocionante, que es el de levantar el papel y descubrir el grabado que hemos realizado.



                           

Aquí os muestro la primera prueba (Prueba de autor)




Para las siguientes estampaciones se limpia la plancha con diluyente antes de volver a entintar.
Esta vez se ha entintado con dos colores y se han introducido veladuras (diferentes intensidades de tinta para crear transparencias)  y brillos (limpiando la tinta determinadas zonas)




En la siguiente estampa se optó por realizar un collage pegando con adhesivo en spray en el papel de grabado, un trozo de cartulina de color (previamente humedecido), de tal forma que aporta una gran riqueza y fuerza al resultado final.



Cualquier prueba puede resultar interesante en el proceso de estampación. 

En este caso  la plancha recibió, por accidente, un pequeño toque del pulverizador que contenía diluyente, de tal forma que las gotas del diluyente eliminaron la tinta y el resultado son puntos blancos en la estampa, que fruto de la casualidad, han dado un toque único a la obra final.